Chapter IX:
Primera vez en la
que de noche no pudo ni siquiera un minuto cerrar los ojos, la preocupación la
estaba comiendo viva. El despertador del
celular sonó, era una canción relajante “War Machine” de AC/DC, tardó por
lo menos dos minutos para forzar su cuerpo a que se levantara de la cama, tenía
que apurarse si quería llegar a tiempo y
estar presentable, lo que jamás hacía.
-Sé que es un día
muy importante para ti, pero…necesito de tu ayuda.
-¿Mi ayuda?
Verlo parado
frente a ella, inmóvil solamente mirándola fijamente y con algo de pena, le era
sumamente nuevo.
-Es fácil.
-Si es fácil, ¿Por
qué no lo haces solo?...
-Vamos Marilyn, te
queda tiempo.
-¿Qué hiciste?- lo
dijo con tanto desinterés por su problema.
-Sígueme entonces-
Y eso hizo, caminaron hasta la habitación de Dylan, donde al entrar, se
encontraba una chava desnuda dormida en su cama.
-¿Y...? No le veo
nada de nuevo a esto- dijo señalando a aquella mujer con deslumbrante cuerpo.
-Está muy drogada,
y necesito sacarla de aquí.
-¿Qué?... ¿Estás
loco a caso?, yo no te ayudaré en esto-
Marilyn salió
rápidamente de la habitación dirigiéndose al suyo cerrando la puerta son
seguro.
-¡Vamos Marilyn!
Sólo tenemos que ponerla en algún auto y…saber en donde vive- decía Dylan
estando recargado de la puerta esperando a que ella abriera.
-¡Claro que no! –
gritaba Marilyn desde el otro lado de la habitación. Dylan se había dado por vencido, se separó de
la puerta e inspiró profundamente.
-Ok- dijo ella al
abrir la puerta teniendo su mirada seria- te ayudaré...sólo si consigues un
auto y su dirección.
-Eso será fácil-
Sonrió Dylan para luego regresar a su habitación, tardó dos minutos en volver a
salir con algo en su mano que no lograba distinguir Marilyn.
-¿Qué es eso?...
¿otro condón?
-No, es su
cartera...o como ustedes le llamen.
-Monedero
estúpido… ¿Y para qué lo tienes?
-Puede y tenga su
credencial…qué sé yo- buscaba desesperadamente.
-A veces me sorprendes-
dijo Marilyn dirigiéndose a la habitación de él, al entrar comenzó a buscar
ropa y en efecto, la encontró en el suelo- ¿Trajo algún bolso?
-No recuerdo…-
miró por unos segundos a Dylan y se dio cuenta de que estaba algo ebrio o
posiblemente drogado.
-Ahora me cuadra
tu estupidez- dijo y sonrió- busca en la sala mientras yo busco aquí.
Pasó más de media
hora y no encontraban nada, aún tenía hora y media para llegar bien al trabajo,
lo bueno era que ya estaba arreglada y lista para largarse en cualquier
momento.
-¿Y si mejor la
vestimos?- sugirió Marilyn a ver que sería inútil saber en donde vive.
-Vístela tú, no la
quiero volver a ver.
-¿Algo más patrón?
¡Tengo que irme ya!...será mejor que te la arregles solo.
-¡No! Por favor-
te lo ruego. ¿A vaso ya la viste bien?
-¿Para qué tengo
que verla bien?
-Porque es….hermana
de Lya
-¿Qué..? ¿Ella
tiene hermana?
-Bueno,
hermanastra, amiga, lo que sea. Nadie más tiene que saber esto, menos Anton,
por eso es que he recurrido a ti.
-Lo siento mucho
Dylan, jamás te había visto así, ni mucho menos tan preocupado, pero no puedo
hacer nada- agarró su bolso, miró por última vez a Dylan y salió del
departamento.
Estando en el
elevador le daba muchas ganas de volver y hacer lo que fuera por ayudarlo, pero
tenía que llegar temprano a su primer día de trabajo, era lo único que le
faltaba para seguir con su plan de ir a Finlandia.
Ya faltaba poco
para salir del edificio, sólo unos cuantos pasos más y podría irse en un taxi y
relajarse en el camino.
-¿Marilyn?...
-Anton… ¿Qué haces
aquí?
-¿Qué hago aquí? Vengo
a ver a mi amigo… ¿Estás bien hermana? Pareces algo angustiada, recuerda, sé tú
misma en el trabajo.
-Estoy bien, pero…no
está Dylan.
-¿A no? Que yo
sepa hoy descansa, bueno, creo que todos los días descansa.
-No...Él...fue…a
ensayar con la banda.
-Qué raro, pues
por lo que tengo entendido, soy integrante de la banda.
-Sí pero...Ya ves,
ahora que estás más ocupado con eso de la boda, no quisieron molestarte.
-Bueno, aún así lo
esperaré en el departamento.
Anton comenzó a
caminar hacía el elevador y detrás de él corría Marilyn, no podía dejar a Dylan
enfrentarse a su error.
-¿Por qué no mejor
me llevas a mi nuevo trabajo?
Anton lo pensó por
un momento antes de subir el elevador.
-Me parece
perfecto hermanita- sonrió.
Dylan había
encontrado el bolso de la mujer que aún dormía en su cama pero que ahora se
encontraba vestida, ya estaba todo listo para bajarla por elevador cuando
recibió un mensaje, sentó a la chava recargada en la puerta y sacó su celular
de su bolsillo trasero y leyó
Mensaje de
DESCONOCIDO:
Me debes una,
Anton estuvo a punto de subir al depa, ahora nos dirigimos a mi trabajo, espero
que cuando esté de vuelta tengas el problema solucionado.
P.D: te espera un
Taxi, ya me encargué de sus dudas y está pagado, te esperará pero no tardes
demasiado.
Dylan no pudo
evitar sonreír, a pesar del “odio” que se tenían sabía que podía contar con
ella y eso le comenzaba a fastidiar, no podría cumplir el trato con Anton si se
encariñaba realmente de Marilyn.
Llegó justo a
tiempo. El lugar de encuentro le había
parecido algo extraño e informal, pero le encantaba la idea de no estar
encerrada en cuatro paredes, Anton la dejó para ir a resolver unos problemas
con la empresa. Comenzó a caminar y justo cerca del lago vio a mucha gente
reunida –Tal vez ahí es donde tengo que estar- se dijo, siguió caminando pero
antes de acercarse más una mujer, a lo mejor de tan sólo 5 años más grande que
ella se le acercó curiosa.
-Tú debes ser
Marilyn Black.
-Am...Si...y usted…
-Cristia Yara, tu
nueva jefa.
-¡Oh!- dijo
entusiasmada- mucho gusto- estrecharon las manos.
-¡Comencemos
entonces!- Dijo Cristia- esta vez veré tu trabajo y habilidades aquí, quiero
que tomes fotos de todo lo que te plazca…
No podía haber
elegido mejor trabajo Alex- se decía Marilyn en el descanso que le habían
asignado- Ahora sólo me preocupa Dylan.
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