domingo, 16 de diciembre de 2012

...*Cold Blooded*...


Chapter IX:

Primera vez en la que de noche no pudo ni siquiera un minuto cerrar los ojos, la preocupación la estaba  comiendo viva. El despertador del celular sonó, era una canción relajante “War Machine” de AC/DC, tardó por lo  menos dos minutos para forzar su  cuerpo a que se levantara de la cama, tenía que apurarse  si quería llegar a tiempo y estar presentable, lo que jamás hacía.
-Sé que es un día muy importante para ti, pero…necesito de tu ayuda.
-¿Mi ayuda?
Verlo parado frente a ella, inmóvil solamente mirándola fijamente y con algo de pena, le era sumamente nuevo.
-Es fácil.
-Si es fácil, ¿Por qué no lo haces solo?...
-Vamos Marilyn, te queda tiempo.
-¿Qué hiciste?- lo dijo con tanto desinterés por su problema.
-Sígueme entonces- Y eso hizo, caminaron hasta la habitación de Dylan, donde al entrar, se encontraba una chava desnuda dormida en su cama.
-¿Y...? No le veo nada de nuevo a esto- dijo señalando a aquella mujer con deslumbrante cuerpo.
-Está muy drogada, y necesito sacarla de aquí.
-¿Qué?... ¿Estás loco a caso?, yo no te ayudaré en esto-
Marilyn salió rápidamente de la habitación dirigiéndose al suyo cerrando la puerta son seguro.
-¡Vamos Marilyn! Sólo tenemos que ponerla en algún auto y…saber en donde vive- decía Dylan estando recargado de la puerta esperando a que ella abriera.
-¡Claro que no! – gritaba Marilyn desde el otro lado de la habitación.  Dylan se había dado por vencido, se separó de la puerta e inspiró profundamente.
-Ok- dijo ella al abrir la puerta teniendo su mirada seria- te ayudaré...sólo si consigues un auto y su dirección.
-Eso será fácil- Sonrió Dylan para luego regresar a su habitación, tardó dos minutos en volver a salir con algo en su mano que no lograba distinguir Marilyn.
-¿Qué es eso?... ¿otro condón?
-No, es su cartera...o como ustedes le llamen.
-Monedero estúpido… ¿Y para qué lo tienes?
-Puede y tenga su credencial…qué sé yo- buscaba desesperadamente.
-A veces me sorprendes- dijo Marilyn dirigiéndose a la habitación de él, al entrar comenzó a buscar ropa y en efecto, la encontró en el suelo- ¿Trajo algún bolso?
-No recuerdo…- miró por unos segundos a Dylan y se dio cuenta de que estaba algo ebrio o posiblemente drogado.
-Ahora me cuadra tu estupidez- dijo y sonrió- busca en la sala mientras yo busco aquí.

Pasó más de media hora y no encontraban nada, aún tenía hora y media para llegar bien al trabajo, lo bueno era que ya estaba arreglada y lista para largarse en cualquier momento.
-¿Y si mejor la vestimos?- sugirió Marilyn a ver que sería inútil saber en donde vive.
-Vístela tú, no la quiero volver a ver.
-¿Algo más patrón? ¡Tengo que irme ya!...será mejor que te la arregles solo.
-¡No! Por favor- te lo ruego. ¿A vaso ya la viste bien?
-¿Para qué tengo que verla bien?
-Porque es….hermana de Lya
-¿Qué..? ¿Ella tiene hermana?
-Bueno, hermanastra, amiga, lo que sea. Nadie más tiene que saber esto, menos Anton, por eso es que he recurrido a ti.  
-Lo siento mucho Dylan, jamás te había visto así, ni mucho menos tan preocupado, pero no puedo hacer nada- agarró su bolso, miró por última vez a Dylan y salió del departamento.
Estando en el elevador le daba muchas ganas de volver y hacer lo que fuera por ayudarlo, pero tenía que llegar temprano a su primer día de trabajo, era lo único que le faltaba para seguir con su plan de ir a Finlandia.
Ya faltaba poco para salir del edificio, sólo unos cuantos pasos más y podría irse en un taxi y relajarse en el camino.
-¿Marilyn?...
-Anton… ¿Qué haces aquí?
-¿Qué hago aquí? Vengo a ver a mi amigo… ¿Estás bien hermana? Pareces algo angustiada, recuerda, sé tú misma en el trabajo.
-Estoy bien, pero…no está Dylan.
-¿A no? Que yo sepa hoy descansa, bueno, creo que todos los días descansa.
-No...Él...fue…a ensayar con la banda.
-Qué raro, pues por lo que tengo entendido, soy integrante de la banda.
-Sí pero...Ya ves, ahora que estás más ocupado con eso de la boda, no quisieron molestarte.
-Bueno, aún así lo esperaré en el departamento.
Anton comenzó a caminar hacía el elevador y detrás de él corría Marilyn, no podía dejar a Dylan enfrentarse a su error.
-¿Por qué no mejor me llevas a mi nuevo trabajo?
Anton lo pensó por un momento antes de subir el elevador.
-Me parece perfecto hermanita- sonrió.

Dylan había encontrado el bolso de la mujer que aún dormía en su cama pero que ahora se encontraba vestida, ya estaba todo listo para bajarla por elevador cuando recibió un mensaje, sentó a la chava recargada en la puerta y sacó su celular de su bolsillo trasero y leyó

Mensaje de DESCONOCIDO:
Me debes una, Anton estuvo a punto de subir al depa, ahora nos dirigimos a mi trabajo, espero que cuando esté de vuelta tengas el problema solucionado.
P.D: te espera un Taxi, ya me encargué de sus dudas y está pagado, te esperará pero no tardes demasiado.

Dylan no pudo evitar sonreír, a pesar del “odio” que se tenían sabía que podía contar con ella y eso le comenzaba a fastidiar, no podría cumplir el trato con Anton si se encariñaba realmente de Marilyn.

Llegó justo a tiempo.  El lugar de encuentro le había parecido algo extraño e informal, pero le encantaba la idea de no estar encerrada en cuatro paredes, Anton la dejó para ir a resolver unos problemas con la empresa. Comenzó a caminar y justo cerca del lago vio a mucha gente reunida –Tal vez ahí es donde tengo que estar- se dijo, siguió caminando pero antes de acercarse más una mujer, a lo mejor de tan sólo 5 años más grande que ella se le acercó curiosa.
-Tú debes ser Marilyn Black.
-Am...Si...y usted…
-Cristia Yara, tu nueva jefa.
-¡Oh!- dijo entusiasmada- mucho gusto- estrecharon las manos.
-¡Comencemos entonces!- Dijo Cristia- esta vez veré tu trabajo y habilidades aquí, quiero que tomes fotos de todo lo que te plazca…

No podía haber elegido mejor trabajo Alex- se decía Marilyn en el descanso que le habían asignado- Ahora sólo me preocupa Dylan.

domingo, 18 de noviembre de 2012

...*Cold Blooded*...



Chapter: VIII

  -¿Estás seguro? A duras penas y me conoces…no se me hace muy justo  para las demás personas.
  -Pensaba lo mismo hace 5 minutos, pero justo cuando llegaste y me entregaste la foto que tanto te pedí, lo supe querida- le brillaban los ojos de la emoción, no podía tan siquiera tratar de controlarse.
  -Sólo es una foto.
  -Una muy buena foto Marilyn, y te tengo el trabajo perfecto. Me habías contado que buscabas trabajo urgentemente…
  -Sí, lo sé pero….
  -Pero nada corazón- le interrumpió sin desaparecer la sonrisa de su rastro, Marilyn seguía confundida -  Te aseguro que no me estoy equivocando.
  -Pero aquí es solamente para profesionales, fracasaré de inmediato- Alexander se acercó más a ella y la tomó de los hombros con suavidad para después mirarla fijamente – Jamás dudes de tus capacidades hermosura, tu puedes y yo jamás me equivoco- los dos sonrieron.
  -Muchas gracias Alex…te debo una.
  -No nena, no me debes nada, ya tengo tu foto, es todo lo que necesitaba- Marilyn lo abrasó por unos segundos.
  -Murray- se escuchó a los lejos, no había terminado su trabajo y de seguro lo necesitaban para los últimos retoques en el peinado de una modelo.
  -No te me vayas a ir ¿ok?, en cuanto acabe con esto te llevo rápidamente con tu nuevo jefe.
  -De nuevo Alex, muchas gracias.
  -Sólo quiero verte independiente…y tal vez en un avión con destino a Finlandia- Marilyn se puso roja, no de la pena sino de la emoción, de tan sólo imaginarse esperando su vuelo. Sólo falta eso…poder mantenerse sola y listo.


  Dylan esperaba algo impaciente, estaba agotado, pero no quería dormir, no aún…
  El teléfono sonó.
  -Bueno… ¡Anton!... ¿Qué?, ¿Es en serio?...- colgó, no había entendido las razones del por qué pedía eso, pero era Anton, su mejor amigo, no podía decirle que no.


  -¿qué piensas hacer?... ¡No puedes hacer nada!- María reía en su cara.
  -Puedo hacer lo que me plazca.
  -Ya hiciste enojar a Anton, le quitaste el cariño de su padre, y ahora él piensa darte su parte de la empresa.
  -y eso fue tan exquisito, ver como se enojaba, pero Marilyn.
  -De nuevo a mencionarla- María se levantó y dirigió al escritorio de Darrel, donde detrás de ese simple trozo de buena madera  se encontraba él sentado y simplemente viendo a la nada- Vamos cariño- se acercó más, hizo la silla un poco hacía atrás sin lograr que Darrel dijera algo y se sentó en sus piernas, por unos segundos se quedó mirándolo pero al ver que seguía sin reaccionar optó por acomodarse bien y quedar sentada sobre él mirándolo, en ese momento Darrel puso sus manos en la espalda de María y con una mirada pícara dijo: Si me vas a satisfacer, encárgate de no cambiarte el nombre”.


  Marilyn entró a su nueva casa, se percató de no ver a Darrel por ningún lado que alcanzara su vista, siguió su camino hacía su cuarto sin antes dejar las llaves en la pequeña mesa de la entrada, había tomado, si, unas cuantas copas con un joven que acababa de conocer.
  -¡SHIT!- dijo al sentir el dolor causado por no haberse fijado y haber topado su pierna izquierda con la punta de un mueble- Se tuvo que topar conmigo…
  -¿En dónde estabas? – la voz de Dylan sonaba cansada.
  - ¿A caso te importa?... ¡Estuve festejando!- gritó entusiasmada, su equilibrio entorpecido se hacía notar conforme daba un paso hacia él- y me la pasé de lo mejor- sonrió, pero antes de llegar junto a Dylan su pie izquierdo se metió debajo de la alfombra de la sala haciéndola tropezar y caer. Bueno, casi caer pues Dylan alcanzó a sujetarla antes de que se golpeara la cara
  -No te dejaré dormir hasta que se te pase.
 -¡No!- exclamó Marilyn molesta- sabes que es lo peor que le puedes hacer a alguien, con dormir y despertar al día siguiente es más que suficiente para sufrir por la resaca.
  -Lo hubieras pensado antes de ponerte ebria con quien sabe quien…
  -Su nombre es Tulio, nacido en España y está de vacaciones aquí…
  -No me digas…-Los dos estaban sentados en el sofá - ¿Y lo conociste en…?
  -Es modelo, amigo de Alex…-y ella siguió platicando mientras que Dylan intentaba prestarle atención, tenía demasiado sueño, tenía que trabajar pero por alguna razón quería seguir ahí sin dejarla dormir y sabiendo cosas sin importancia… ¿Por qué?...era lo que Dylan trataba de averiguar.

  -Vamos… ¡Levántate!- gritó haciendo que brincara del susto-
  -¡Pero qué rayos...!-
  -Ni te disgustes…..ya es tarde, ¿O a caso no tienes trabajo?
  -¡Maldición!- Marilyn se levantó rápidamente y corrió a darse un baño, pero antes de entrar y comenzar a quitarse su ropa, reaccionó y salió furiosa- ¡Es domingo, estúpido!
  -Lo sé- dijo Dylan sonriendo sin mirarla. Tenía la vista pegada en el periódico. Marilyn estaba a punto de gritarle cuando él le interrumpió- alístate…iremos a desayunar.
  -No gracias, quiero dormir
  -¿Piensas resistirte a unos deliciosos camarones?- el estomago de ella comenzó a hacer ruidos, tenía hambre, no había comido nada desde antes de ir a ver a Alexander.
  -Eres un desgraciado- y Dylan volvió a sonreír sin dejar de hacer lo anterior.
  -Y eso que no me he acostado contigo- comenzó a reír levemente
  -Ja…ja, y ni lo harás.
  -Ni que quisiera….
  -No saben cómo adoro verlos pelear- Dylan volteó con rapidez su cabeza para mirar a Anton quien había entrado. Se percató de ver que Marilyn estaba en su habitación.
  -Anton…
  -¿lo harás?...
  -Si. 

martes, 9 de octubre de 2012

...*Cold Blooded*...



Chapter VII:

  El taxi terminó su recorrido, al detenerse Dylan se percató de que Marilyn aún no despertaba.
  -¡Maldición!- exclamó tratando de acomodarla para ver si podría cargarla, al pararse ella terminó por acostarse en el asiento, tomó sus dos manos para así jalarla e irla sacando poco a poco, primero la cabeza, colgó un poco hasta que la mitad de su cuerpo se encontraba afuera, cuando pudo sacarla por completo, la sentó en el piso recargando la cabeza en las piernas de él, sacó el dinero, lo puso en su boca agarrándolo con los dientes, con dificultad paró a Marilyn, recargándola en el taxi, como si solamente estuviera soñolienta, él se pegó a ella para que no se resbalara, agarró el dinero, extendió su mano y le hizo señas al taxista moviendo los billetes. El hombre salió del taxi.
  -Hay joven, me hubiera dicho y le hubiera ayudado…
  -¡Púdrete! – volvió a exclamar algo exhausto pues Marilyn no estaba tan ligera como se veía, respiró profundamente, se inclinó para cargarla y ya cuando la tenía en sus brazos comenzó a caminar hasta entrar al edificio y tomar el elevador, en ese lapso, para poder olvidarse del adormecimiento que estaba sintiendo en sus brazos, comenzó a pensar en cómo podría ayudar a su mejor amigo y en cómo podía dejar de pensar que Marilyn estaba completamente dormida vistiendo un hermoso vestido al cuerpo. Al llegar al elevador y ver que estaba ahí con sus puertas abiertas y solo se le dibujó una gran sonrisa en su rostro-  ¡Gracias!- dijo al momento de introducirse en el, bajó a Marilyn, primero intentándola poner de pie, pero al detenerse el elevador hizo que ella se arrodillara quedando su cara pegada a la entrepierna de él, y en ese instante se abrieron las puertas, dejando a Dylan helado y a la vez excitado.
  -¡Por ella es que no me has llamado verdad!- Era una de tantas mujeres que frecuentaba Dylan, pero ella era diferente, era llamada por él cuando estaba aburrido ya que vivían en el mismo edificio.
  -Tracy…nena…- No tenía la menor idea de cómo poder zafarse de ese enredo, ni mucho menos sabía el por qué seguía sin despegar la cara de Marilyn de su entrepierna- esto es fácil de explicar- Y Tracy molesta y algo humillada se dio media vuelta, se cerraron las puertas…y el elevador siguió su curso, al último piso en donde vivían.  


   El alcohol desaparecía con velocidad, el calor aumentaba cada vez más, lo único que importaba en ese momento era la buena música y la diversión. Faltaban sólo 10 min para que Dylan y su banda tocaran, era lo mejor del Bar, lo que siempre se deja al último para disfrutarse aún más.
  -¿Quién era la chava que trajiste hace un par de semanas, semental?- rió para después tomar un trago de cerveza.
 -Si se los digo, tal vez  jamás vuelva a sacarlos de mi depa.
 -¡¿Qué?!- exclamó Taylor sospechando de la indirecta.
 -¿Estás diciendo que vive contigo?- preguntó Steven impresionado.
 -Bueno…si, vive conmigo.
 -¡Maldito! – Henry saltó de la emoción, los tres estaban impacientes por que Dylan dijera más.
 -Pero ni se les ocurra coquetearle…
 -Que sea tu chica no quiere decir que no podamos…- Steven trató de verse chistoso, pero sólo obtuvo una mirada sería por parte de Dylan.
  - No es nada mío ¿ok?- se acercó más a la mesa, pegando sus codos en ella, sintiendo la sal derramada por los juegos que hacían con el vodka, pero sin quitarles la mirada de encima, los demás se acercaron para tratar de escucharlo mejor, concentrándose en su voz que en la grandiosa música que ponían en el Bar- Pero lamentablemente para ustedes, a pesar de ser una hija de mami y papi, que se porte indiferente con todos, que se crea perfecta…es hermana de Anton.
  -¡¿Qué?!- exclamaron los tres decepcionados, sabían que si alguna hermana de sus amigos les gustaba, estaba completamente prohibida, sobre todo tratándose de Anto  
  -Lo siento por ustedes- se levantó – porque yo la tengo cerca todo el tiempo y ni me gusta- sonrió tan relajadamente, que recordó lo que había pasando en el elevador y de inmediato sintió un calor inmenso.
 -¿Te estás sonrojando Dylan?- Taylor lo observó, estaba a punto de seguirle preguntando, pero ya era momento de prepararse para enloquecer a las chicas sexys del Bar- Despierta, y apúrate que nos toca- sus amigos corrieron al escenario y él se quedó unos segundos respirando tranquilamente, tratando de olvidar aquel suceso incomodo.

  Ya estaban listos, Dylan había sentido tanto calor que decidió quitarse la playera negra, dejarla a un lado de la batería, junto a su agua, agarró el micrófono – ¡Brian!- dijo por el micrófono llamando al dueño del bar, que era otro de sus amigos- hace demasiado calor… ¿no creen?- preguntó al público que respondió con gritos – danos un poco de frescura amigo- y la banda comenzó, sólo sería una canción, pero la que más animaba a la gente..”This is living”, la que habían escrito completamente ebrios, el ritmo era contagioso, hacía mover fácilmente a la gente, y a las chicas quererse deshacer  de su ropa, para bailar junto a él, a mitad de la canción, el buen amigo Brian respondió a la petición del público, con la manguera comenzó a esparcirla en toda la multitud que estaba reunida frente al escenario, mojando a Dylan a propósito, su cuerpo totalmente mojado y bien formado volvía locas a las mujeres, el ambiente estaba a todo lo que daba, la canción realmente los animaba sin tener gran ciencia en la letra ni mucho menos en el ritmo, él único motivo real era la voz y el cuerpo de Dylan, sin dejar atrás a Taylor, Steven ni mucho menos a Henry. Los movimientos de él en el escenario eran extraordinarios, llenos de vida, podría brincar, girar sin parar por horas, hacía lo que amaba y eso importaba más, además, sabía que después de eso, tendría a mujeres rogando una noche loca a su lado. A pesar de todo eso, Marilyn había regresado de nuevo a su mente, esta vez no de una forma incomoda, sino de una forma preocupante.

martes, 11 de septiembre de 2012

...*Cold Blooded*...

Capítulo VI:


El día había decidido ser frío y lluvioso. Llegaron en taxi ya que ninguno de los dos  poseía un automóvil propio, Marilyn al bajar del auto intentó salir lo más rápido posible para no mojarse, por lo menos no tanto. No lo logró.
El hotel había sido el mismo de la vez anterior, otra decoración, mismas personas. Dylan caminaba  detrás de ella, como si fueran solamente conocidos que habían decidido compartir el taxi por puras prisas, eso le había funcionado a Dylan hasta que Marilyn se detuvo y volteó a verlo.
-¿En dónde tenemos que estar? - preguntó algo impaciente.
-¿Por qué siempre el mismo hotel? Preguntó Keller mirando a su alrededor.
-Por que somos dueños de él. Tan simple como eso.
-¡Oh, perdona mi ignorancia!- dijo sarcásticamente- Hay días en los que te comportas como una niña rica…
-Claro que no- Marilyn lo miraba molesta, no le gustaba que le dijeran eso.
-Algún día te cacharás, pero bueno. Tenemos que estar en el primer salón…
-¡Hasta que llegan!- exclamó Anto, caminaba hacia ellos. Notó la indiferencia entre su hermana y su mejor amigo, tal vez no era indiferencia, sino más bien desprecio y eso no le había gustado a él.
-La tardanza fue provocada por tu hermanita, se tarda mucho en arreglarse-
Marilyn estaba a punto de responderle, diciéndole que él había sido el tardado, que  se había salido con su “objeto” y había regresado tarde, pero no, decidió dejarlo así al haber recordado el trato que habían hecho.
-Y bien, ¿para qué tantas reuniones?... ¿Pasa algo?
-Darrel…
-Solamente quería reunir a mi futura familia- Marilyn se quedó congelada, había escuchado esa voz tan cerca de ella que la había estremecido. Volteó lentamente y pudo mirar como Darrel se acercaba a ellos y al mismo tiempo pudo sentir como Dylan se le acercaba más, haciendo parecer que se llevaban bien, hasta agarró su mano sigilosamente, ella sólo se estremeció un poco más, no entendía que estaba pasando.
-No te saldrás con la tuya- dijo Anto, se veía tan molesto
-Anto… ¿de qué está hablando?- preguntó su hermana.
-Otra estupidez de Papá.


¿Cómo es posible eso?- dijo molesta la madre de Anto y Marilyn,
 El salón, el gran salón había sido ocupado para una reunión familiar, una reunión de sólo 7 personas.
-Así se ha acordado Miriam- respondió.
Marilyn se encontraba en shock. Anton miraba con más desprecio a Darrell, y Dylan, de alguna forma se encontraba apoyando silenciosamente a Marilyn, ella se levantó, miró fijamente primero a Darrel, luego a su mamá y por último a su padre.
-¿A caso pensaste antes de aceptar? ¿Cómo es posible que aceptaras tener a este hombre- señaló a Darrel- a tu lado en lugar de tu propio hijo?
-Darrel es hijo de mi socio…
-¡Eso no importa!- gritó enfurecida- primero se ve a la familia antes que nada- hizo movimientos bruscos, caminó rápidamente sin importar las llamadas de atención por parte de su padre hasta salir del gran salón y ahí fue donde, a pesar de la situación, pudo respirar.
-Señorita Black, ¿se encuentra bien?- preguntó uno de los empleados del hotel.
-Si- sonrió- gracias- y él se retiró al ver que alguien se acercaba a la señorita Black.  
-Marilyn-
-¿Qué haces aquí? Deberías de estar adentro apoyando a Anto.
-Lo sé, pero creo que Lya puede hacerlo, o por lo menos eso debería de hacer.
-los dos sabemos que jamás meterá las manos al fuego por él- dijo demasiado decepcionada de todo.
-¿Quieres ir a tomar algo? Dudo que se den cuenta de que faltamos, bueno, de que yo falto.
-Creo que al terminar irán a buscarme… ¡No!, tienes razón, se les olvidará.


-Entonces Darrel siempre ha tenido problemas con Anto.
-Así es- rió a causa del alcohol que ya había hecho efecto en ella- Prácticamente crecimos juntos, él sabe todo de nosotros como nosotros de él- no entendía como era que Dylan la escuchaba atentamente a pesar del ruido que había en el bar.
-y… ¿a ti? ¿Te ha hecho algo?
-Sólo hacerme el amor- rió aún más, tomó otro trago de Vodka solo y lo miró fijamente- fuimos novios por un año.
-¿Él tiene hermanos? Preguntó evitando saber más intimidades.
-Creo que sólo uno, jamás lo vimos, bueno, no como a él, había veces en los que podía verlo de lejos, como papá acostumbraba dejarnos con Darrel de pequeños disque para jugar, habían días en los que estábamos en su residencia…
-¿Llegaste a ver a su hermano de cerca?
-No… ¿o sí?...bueno, recuerdo que tenía el cabello rizado y negro. Una vez llegó inesperadamente, por lo que sabíamos, él estudiaba en Alemania, los visitaba sólo un par de veces al año y conforme pasaron los años, dejó de visitarlos.
Dylan suspiró, los dos ya estaban ebrios, o eso daba a entender Dylan.
-Ven- agarró sus manos quitando de ellas el vaso y la botella- regresemos a casa, se acercó a ella, la bajó del banco y pasó una de sus manos alrededor de su cuello para agarrarla bien- Aguantas muy bien para ser mujer- comentó mientras salían del bar.
-No debimos venir- dijo adormilada, abordaron el taxi, él la acomodó.
-¿Por qué?
-Se supone tengo que buscar trabajo…mañana no podré por la resaca.
-No te preocupes- dijo sin quitar la mirada de ella, ni ella de él- te daré algo que te la quitará como si no hubiera pasado nada, duérmete, yo me encargaré de ti.
-¿En serio? ¿No me dejarás aquí?...
-Claro que no…yo te cuidaré- ella sonrió para luego recargarse en el hombro de Dylan y quedarse completamente dormida.  Dylan la abrasó mirando el camino, pensando en las consecuencias de sus actos, en sus recuerdos, en sus sueños y anhelos.  

miércoles, 8 de agosto de 2012

...*Cold Blooded*...

Capítulo V:

Sus pasos eran lentos y cansados, sus pies comenzaban a acostumbrarse al frio del piso, estaba a punto de llegar a la cocina cuando se detuvo bruscamente.
-! Demonios!- exclamó molesta- no puedo creer que haya regresado...
-Ni yo lo creo- dijo Dylan saliendo de su habitación con unos bóxers dejando a la  vista su demás cuerpo tonificado. Se acercó al refrigerador aprovechando la inmovilidad que tenia Marilyn al verlo así, agarró una cerveza, la miró mientras destapaba la botella, tomó un trago, saboreó la cerveza que había quedado en sus labios para luego voltear la mirada hacia su habitación- Ya es hora de que te vayas nena- Marilyn volteó al mismo lado y se dio cuenta que la chava que había visto el día anterior y que había llamado "objeto" estaba parada cerca de la puerta con una sabana cubriendo su cuerpo, con una sonrisa de par en par, era hermosa sin duda, pero con una inteligencia escasa.
-¿Cuando volveré a verte cariño?- la chava se acercó a Dylan acariciando sus pectorales seductoramente.
-Yo te hablaré nena...pero apúrate que  saldré y la única mujer que por el momento puede estar aquí las 24 horas es ella- señaló a Marilyn quien caminaba hacia su habitación para encerrarse hasta que nadie estuviera en  casa salvo por ella- !Hey!....!Más te vale que te apures que tenemos una comida con tu familia!- y Marilyn azotó su puerta para volver a recostarse en su cama tratando de averiguar el por qué había aceptado vivir con alguien como Dylan.
-Todo sea por Finlandia...
***
Darrell paseaba tranquilamente por la empresa de su padre, donde en el último piso se encontraba la oficina que le había sido regalada en su cumpleaños número 20.
-!Hey!, que milagro...
- Sé muy bien que nuestros padres se llevan de maravilla, pero no por eso tengo que hablarte.
- No seas tan amargado Anton- Darrell se acercó a él con esa sonrisa y mirada encantadora- te invito un café...
-Aléjate de mi Darrell, ¿desde cuándo tanto amor?-Darrell cambió esa sencillez por la verdadera personalidad que tanto odiaba Anton.
-Bien que lo sabes... ¿pero a caso tu hermana si?...
-No la metas en esto.
- Entonces no lo sabe eh, es raro, ella te adora y tu le mientes-Sonrió- y para colmo te casarás con el secreto que nos hace rivales...pero ni te preocupes. Estoy de maravilla- y volvió a sonreír para acercarse al elevador y entrar como si nada dejando a los demás empleados enfurecidos  que esperaban el elevador, pero sin poder quejarse. Darrell sacó su celular e hizo una llamada mientras esperaba a llegar al piso 37- Hola querida...espero y hayas encontrado la dirección, si no es así olvídate de tu trabajo ¿ok?...no, no te preocupes por el tiempo que tarde en llegar...es más, estoy a 30 segundos de verte- y colgó sabiendo que haría sufrir a María con esas simples palabras.

Al llegar a su piso favorito, notó la preocupación de María esperando a que la regañara, pero Darrell estaba tan ocupado en los planes que tenía en su mente que la pasó por alto.
-No creas que lo he olvidado, simplemente te daré una última oportunidad. Última, ¿entendido?.
-Darrell....Tengo la dirección.
***
-¿Cómo es posible que a mí no me avise nada y en cambio te mande a ti a decírmelo?
-No seas celosa- Dylan arreglaba su corbata sin dejar de ver la TV- pero a mí me tiene gratis en su celular- y comenzó a reír.
-Ja...ja, no es gracioso, tal vez tu no entiendas esto porque eres hijo único...
-Marilyn....-él se levantó del sofá dirigiéndose a la habitación de ella, al entrar pudo mirar como subía el cierre de su vestido, aquel vestido con la que la había conocido.
-¡Mierda!, esta porquería no quiere subir...-intentaba subir el cierre con la dificultad de no alcanzar hasta el límite, aun se podía ver un cuarto de su espalda.
-Sólo pide ayuda, no vives sola-Marilyn se percató de su presencia en la habitación, estaba a punto de decirle que se largara, que pidiera permiso antes de entrar, pero en verdad necesitaba la ayuda que él había mencionado.
-¿Podrías...?
-Sólo por esta vez, ya es tarde- Dylan se acercó a ella, Marilyn agarró su cabello despejando su espalda y él, al momento de subir su cierre, pudo sentir como una  de sus yemas rosaba la piel suave y perfumada de ella- listo- dijo sin dejar de admirarla- bueno....ya vámonos  o  Antón comenzará a sacar humo por las orejas....
-Espera- Dylan se detuvo segundos antes de poder cruzar la puerta-
-Por favor no digas que aún no estás lista…
-No es eso, quiero que hagamos un trato- Dijo dudando de si podría lograr convencerlo.
-¿Qué clase de trato?... ¿Sexual o…?
-¡No! Jajaja, yo creo que eso no te hace falta, tienes tantas mujeres detrás de ti…
-Ya di que trato y deja de andar perdiendo tiempo- Realmente Marilyn no podía evitar perderse en el físico y precensia de Dylan, se había vuelto a quedar perpleja al momento en el que él se recargó en la pared demasiado sensual- Marilyn…¡Marilyn!- gritó Dylan haciéndola reaccionar-
-Oh si, lo siento…
-Eres demasiado pensativa….
-El punto es….hacer un trato de que, a pesar de lo que pase en esta casa, peleas, insultos, lo que sea, afuera, con Anton, familia y amigos, digamos que todo está perfecto, que casi ni nos vemos.
-¿Para qué?... ¿Qué es lo que tramas Marilyn Black?... ¿En qué enredo quieres meterme?
-En ninguno- sonrió como niña buena, inocente- Sólo quiero estar tranquila sabiendo que no irás de chismoso…
-Me importa un bledo tu vida y tus planes, pero sí de esto sirve de que no vuelvas a insultar a ninguna de mis visitas….acepto- sus miradas eran fijas, sus palabras duras, dulces, indiferentes, pero se entendían a la perfección.
-Ok…me parece demasiado justo- se acercaron para darse la mano firmemente- ¿Trato hecho?
-Trato hecho… 

miércoles, 27 de junio de 2012

....*Cold Blooded*...


Capítulo IV

-Organizaremos una fiesta!- gritaba Daphne por todos lados, con una gran sonrisa en su rostro y una joyas caras modelando como siempre.
-Madre- Darrell bajaba las enormes escaleras, vestido de traje, muy elegante y atractivo como de costumbre - ¿Por qué tan alegre?
-En pocos días es el cumpleaños de tu padre hijo, tenemos que festejarlo como antes lo hacíamos.
-Las cosas han cambiado- su voz se notaba apagada y su interés nulo.
-Podemos recuperar esos recuerdos, tu padre llega hoy en la noche…
-Haz lo que quieras, si logras hacer que toda la “familia” venga, estaré aquí.
-¿y Marilyn?... ¿vendrá?...o es que en serio terminaron.
-Lo que pase entre Marilyn y yo- de nuevo aparecía aquella mirada intimidante, igual  a la de su padre- no es asunto tuyo madre..
-Pero de tu padre si…


-Necesito que me investigues en donde está viviendo….
-¿No sabes?... ¿Darrell Dosseti no sabe en donde vive su “novia”?- decía bufándose su asistente Maria-
-Le encanta esconderse- se acercó más a ella, mirándose los dos fijamente- para luego encontrarla y hacerla mía- y sonrió, un hombre malo jugando con Maria, quien está enamorada de él desde hace tiempo.
-¿Estás seguro? Más bien se esconde para revolcarse con los de su clase..
-Cuidado con lo que dices- acarició la mejilla de ella - que en ese caso, son tal para cual querida- y María se alejó de él enojada.
-Tal vez así sea, pero soy la única que te valora y no te dejará nunca…
-No si yo hago lo imposible por alejarme de ti…
-No lo harás- sus miradas hervían, tal vez de deseo, o un desprecio escondido en Darrell.
-¿Me estás retando?..
-No, te lo estoy confirmando mi amor.


-¿Cómo es posible que decidan por mi?!- gritaba Marilyn enojada, sus padres la escuchaban con atención, pero decididos.
-Ya está hecho- dijo el Sr. Black- vivirás con Dylan si quieres vivir en New York.
-¡Pero no quiero vivir aquí!, quiero irme a Finlandia…
-Haremos esto- interrumpió su Madre- veremos si puedes vivir aquí bien, si consigues un buen trabajo, si aprendes a mantenerte sin necesitarnos y te pagaremos el viaje a Finlandia- Marilyn se quedó perpleja por dentro, demostrando frialdad por fuera, lo pensó por un momento, analizando la  mirada  de sus padres- desde hace años que no les creo nada de lo que dicen y prometen…
-Hagamos un contrato entonces- sugirió Anton sonriendo, siempre viendo las diferentes posibilidades porque su hermana cumpliera el sueño de viajar a su lugar favorito. El sr. Black lo miró serio, analizando igual que su hija.
-De acuerdo- dijo- haremos el contrato y si no lo cumples no habrá viaje.
-Me parece bien- sonrió Marilyn.


Tocaban a la puerta, Dylan estaba listo para salir a dar una vuelta, disfrutando de las vacaciones que le habían dado en su trabajo, se dirigió a abrir y se quedó mirando fijamente a la muchacha que se encontraba justo enfrente de él- Por favor dime que no vienes a reclamarme algo…
-Ni te conozco ¿Aquí vive Marilyn?
-¿Vive?...Aún no… ¿Quién eres?
-Su mejor amiga…
-¡Ah!...eso no me sirve de nada- dijo seriamente- ¿Cómo te llamas?
-Helen... ¿Podría pasar a esperarla?
-Dudo que vuelva, pero como gustes- Helen entró, miró todo a su alrededor y al darse la vuelta para preguntarle cuánto podría tardar Marilyn, ya no estaba.


-Mira que pedirte eso fue lo más fácil…
-No sé Helen, acepté sólo por querer ver cumplido mi sueño, pero no creo aguantar vivir con Dylan ni una semana.
-¿Por?, no es feo y…
-Eso no importa Helen- sonrieron las dos pensando en la opción de sexo- Es insoportable, tarde o temprano terminará hartándome. Es como un Anton II, aunque mi hermano es más tierno.
-Jajajajaja! Se molestan mutuamente, no lo niegues.
-Bueno- suspiró Marilyn, disfrutando del ver a su mejor amiga, de tenerla cerca, la persona a la que más confianza le ha tenido toda su vida- me alegra el tenerte aquí.
-Aunque sea sólo por hoy- se recargó en el sillón- No me tendrás para cuidarte y alejarte de tus excesos, pero confió en que te alejarás sin mi detrás fregándote.
-Jajajaja! Si, ya me tengo grabados tus regaños…- se escucharon unas llaves siendo introducidas en la perilla de la puerta, Marilyn y Helen se quedaron quietas a ver quien entraba, sabiendo que sería Dylan
-jajajaja! Dylan, no seas tan gráfico que me excito rápidamente- decía sensualmente una muchacha, entró Dylan abrasado de ella, besándose de a ratitos, escuchándose con claridad el deseo que se tenían- Vayamos a tu cuarto a divertirnos un rato- sus besos eran obscenos y ruidosos – Dylan… ¿Quiénes son ellas?- se quedaron quietos al ver a Marilyn y Helen mirándolos.
-Am….ella es…
-Hola- dijo Alegremente Marilyn- Soy su compañera de departamento…tú debes de ser otro placer más, Ella- señalando a su amiga es Helen… ¿y tú?...
-Dejémonos de presentaciones- dijo Dylan mirando seriamente a Marilyn, tal vez un poco molesto al igual que la chava con la que venía- ¿Les importaría si…?
-¡Oh no!- Marilyn reaccionó agarrando su chaqueta- Con gusto te dejo a solas con tu objeto- pasó junto de ellos- No se apuren que no regresaré temprano- y se salió con Helen.
-¡Por qué hiciste eso?- preguntó Helen.
-Si viviré con él…tengo que divertirme con algo, y sólo me queda hacerlo molestándolo…
-Esperemos y no se lo tome en serio Marilyn, no lo conoces bien…
-Pues así lo conoceré, tal vez mejor que Anton.



martes, 12 de junio de 2012

....*Cold Blooded*....


Capítulo III

-Te dije que no vinieras…
-No pensé que fuera en serio- Darrell miraba como se movía de un lado a otro Marilyn estando en ropa interior.
-Tenias que aparecerte justo este día.
-Era buen momento para ver a mis suegros- se detuvo bruscamente al escucharlo, terminó de abotonar su pantalón para acercarse a la cama, justo en el filo de ella donde estaba sentado Darrell.
-No son tus suegros, se supone que terminamos hace tres meses, justo a tiempo para tu viaje a Francia.
-Ya te dije que fue un error.
-¿Un error?, salieron fotos de ti con varias chavas, y estabas ebrio. Eso no me molesta ¿ok?, me molesta que hayas regresando como si nada hubiera pasado- Darrell la agarró de la cintura acercándola más a él, disfrutando del que aún no se había puesto una blusa.
-¿Entonces por qué me trajiste a tu habitación?
-Por que era el único lugar en el que podríamos platicar a solas- intentaba zafarse de él, pero esa mirada penetrante y seductora comenzaba a hipnotizarla.
-Deberías de sentirte afortunada de tenerme aquí olvidando que rompimos…
-jajajajaja ¿afortunada?- quitó los brazos de su cintura dándole la espalda para ponerse una blusa – Tienes a cientos de mujeres detrás de ti-  agarró su celular y lo miró decidida- así que déjame en paz y haz lo que quieras- y se fue dejándolo solo en la habitación.
-Bueno- dijo levantándose de la cama sonriendo maliciosamente- te tomaré la palabra…


La música retumbaba los odios de la gente que gozaba de ella, las bebidas desaparecían con rapidez en cada mesa que había en el club “Rockstalgia”, el lugar favorito de Anton y Dylan.
-Siento mucho la tardanza.
-Dime que te deshiciste de Darrell- dijo Anton sin dejar de mirar a los chicos que se encontraban en el escenario tocando una rola de Def Leppard.
-Eso ya no importa- interrumpió Dylan- mejor disfruten de los covers que nos brindan las diferentes bandas que están aquí…
-ja! ¿Desde cuándo andas tan amable con las demás bandas?
-Desde que los investigué y supe que son un asco…deja ahorita que subamos a destruirlos por completo- sonrió emocionado mientras sacaba el humo del cigarro con estilo.
-¿Entonces tocarás?- preguntó Marilyn a Dylan.
-Más bien tocaremos ¿o no sabías que tu hermano toca la batería?
-Tiene años que no la tocabas- miró fijamente a su hermano con cierta extrañes.
-Tenía que intentarlo…no tiene mucho, hace dos años.
-¿Por qué no me lo dijiste?...
-¡Es nuestro turno!- gritó Dylan quien ya estaba subiendo al escenario.
-Hablamos al rato- y corrió Anton dejando sola a su hermana con la posibilidad de tomar a gusto.


-¡No! ¡Hay que seguir festejando!....
-No estamos festejando nada Marilyn- Anton y Dylan sostenían a Marilyn.
-Tenias que dejarla sola- reclamó Dylan.
-Fue tu culpa, ¡¿Cómo se te ocurre llevarla a un bar!?...
-¡¿Yo?!...¡Es tu hermana no la mía!
-Pues ahora será como si en verdad fuera tu hermana…
-¡¿Qué?!- soltó a Marilyn dejándola caer al sofá de golpe.
-Lo que oíste, sé que andas mal en los pagos del gas, agua etc, y mis padres no la quieren viviendo con extraños así que…
-¡No!-interrumpió dirigiéndose a la cocina- No puede vivir ella aquí.
-¡Es mi hermana!
-Con mayor razón- sacó una cerveza y se sentó indignado en la silla- acuérdate de todo lo que te dije… no quiero mujeres viviendo conmigo.
-¡Pero ella no es una mujer!, bueno, no como las que te gustan, hasta sentirás que estás conmigo.
-Viéndolo de esa manera… ¡No!-Anton se acercó más a Dylan recargándose de la mesa- te lo pido como el hermano que siempre he sido para ti- su mirada infinita se estaba apoderando de Dylan, estaba haciéndole cambiar de parecer.
-¡Maldición!...no me queda de otra.
-¡Gracias!- lo abrasó



Se despertó con ganas de querer correr al baño- ¡me lleva la chin…!
-Hay que grosera- decía Dylan que pasaba por el sofá en busca del control remoto.
-¿Qué rayos hago en tu casa?- intentaba sentarse soportando las ganas de querer vomitar.
-Anton- se acomodó en el otro sillón- sabía que si te dejábamos en el hotel te irías al bar, así que prefirió dejarte aquí.
-Pero es lo mismo, aquí tienes más licor que cualquier otro lugar en N.Y.
-Lo mismo le dije…pero ya vez como es de terco- dijo sin mirarla, teniendo fija la mirada en la Tv, viendo “The metal show”.
Marilyn tocó su frente doliéndole al instante - ¿Me pegué a caso?... ¿con algún mueble o…?
-Amm...de seguro fue cuando Anton te dejó caer al sofá…
-¡Maldito!  
-¡Hey!- la puerta se abrió, su hermano había llegado alegre, fresco, con energía y ella lo miraba serio, enojada, con nauseas mientras se dirigía al baño- Veo que la cruda sigue- rió y se sentó a lado de Dylan –
-¿Cómo lo tomó?
-¿Qué cosa?- se miraron, uno confundido, otro relax.
-De que va a vivir aquí…
-¡Ah!, no se lo he dicho- tomó un poco de cerveza.
-¡Te dije que le dijeras!
-¿yo?...perdón pero, eso te toca a ti, quien te manda a tener hermana.
-¿Tienes agua mineral?...
-Marilyn…-dijo tímido Anton, se acercó a ella haciendo que viera las maletas que se encontraban en la entrada.
-Oye… ¿son mis maletas?- preguntó confundida.
-Hablé con mis padres y…vivirás con Dylan…
-¡¿Qué?!....
-Te dije que no le parecería la idea…-dijo Dylan haciendo que los hermanos Black lo miraran feo- ¿qué?, yo sólo digo lo que veo.