Capítulo III
-Te dije que no
vinieras…
-No pensé que
fuera en serio- Darrell miraba como se movía de un lado a otro Marilyn estando
en ropa interior.
-Tenias que
aparecerte justo este día.
-Era buen momento
para ver a mis suegros- se detuvo bruscamente al escucharlo, terminó de
abotonar su pantalón para acercarse a la cama, justo en el filo de ella donde
estaba sentado Darrell.
-No son tus
suegros, se supone que terminamos hace tres meses, justo a tiempo para tu viaje
a Francia.
-Ya te dije que
fue un error.
-¿Un error?,
salieron fotos de ti con varias chavas, y estabas ebrio. Eso no me molesta
¿ok?, me molesta que hayas regresando como si nada hubiera pasado- Darrell la
agarró de la cintura acercándola más a él, disfrutando del que aún no se había
puesto una blusa.
-¿Entonces por qué
me trajiste a tu habitación?
-Por que era el
único lugar en el que podríamos platicar a solas- intentaba zafarse de él, pero
esa mirada penetrante y seductora comenzaba a hipnotizarla.
-Deberías de
sentirte afortunada de tenerme aquí olvidando que rompimos…
-jajajajaja
¿afortunada?- quitó los brazos de su cintura dándole la espalda para ponerse
una blusa – Tienes a cientos de mujeres detrás de ti- agarró su celular y lo miró decidida- así que
déjame en paz y haz lo que quieras- y se fue dejándolo solo en la habitación.
-Bueno- dijo
levantándose de la cama sonriendo maliciosamente- te tomaré la palabra…
La música
retumbaba los odios de la gente que gozaba de ella, las bebidas desaparecían
con rapidez en cada mesa que había en el club “Rockstalgia”, el lugar favorito
de Anton y Dylan.
-Siento mucho la
tardanza.
-Dime que te
deshiciste de Darrell- dijo Anton sin dejar de mirar a los chicos que se
encontraban en el escenario tocando una rola de Def Leppard.
-Eso ya no
importa- interrumpió Dylan- mejor disfruten de los covers que nos brindan las
diferentes bandas que están aquí…
-ja! ¿Desde cuándo
andas tan amable con las demás bandas?
-Desde que los
investigué y supe que son un asco…deja ahorita que subamos a destruirlos por
completo- sonrió emocionado mientras sacaba el humo del cigarro con estilo.
-¿Entonces
tocarás?- preguntó Marilyn a Dylan.
-Más bien
tocaremos ¿o no sabías que tu hermano toca la batería?
-Tiene años que no
la tocabas- miró fijamente a su hermano con cierta extrañes.
-Tenía que
intentarlo…no tiene mucho, hace dos años.
-¿Por qué no me lo
dijiste?...
-¡Es nuestro
turno!- gritó Dylan quien ya estaba subiendo al escenario.
-Hablamos al rato-
y corrió Anton dejando sola a su hermana con la posibilidad de tomar a gusto.
-¡No! ¡Hay que
seguir festejando!....
-No estamos
festejando nada Marilyn- Anton y Dylan sostenían a Marilyn.
-Tenias que
dejarla sola- reclamó Dylan.
-Fue tu culpa, ¡¿Cómo
se te ocurre llevarla a un bar!?...
-¡¿Yo?!...¡Es tu
hermana no la mía!
-Pues ahora será
como si en verdad fuera tu hermana…
-¡¿Qué?!- soltó a
Marilyn dejándola caer al sofá de golpe.
-Lo que oíste, sé
que andas mal en los pagos del gas, agua etc, y mis padres no la quieren
viviendo con extraños así que…
-¡No!-interrumpió dirigiéndose
a la cocina- No puede vivir ella aquí.
-¡Es mi hermana!
-Con mayor razón-
sacó una cerveza y se sentó indignado en la silla- acuérdate de todo lo que te
dije… no quiero mujeres viviendo conmigo.
-¡Pero ella no es
una mujer!, bueno, no como las que te gustan, hasta sentirás que estás conmigo.
-Viéndolo de esa
manera… ¡No!-Anton se acercó más a Dylan recargándose de la mesa- te lo pido
como el hermano que siempre he sido para ti- su mirada infinita se estaba
apoderando de Dylan, estaba haciéndole cambiar de parecer.
-¡Maldición!...no
me queda de otra.
-¡Gracias!- lo
abrasó
Se despertó con
ganas de querer correr al baño- ¡me lleva la chin…!
-Hay que grosera- decía
Dylan que pasaba por el sofá en busca del control remoto.
-¿Qué rayos hago
en tu casa?- intentaba sentarse soportando las ganas de querer vomitar.
-Anton- se acomodó
en el otro sillón- sabía que si te dejábamos en el hotel te irías al bar, así
que prefirió dejarte aquí.
-Pero es lo mismo,
aquí tienes más licor que cualquier otro lugar en N.Y.
-Lo mismo le dije…pero
ya vez como es de terco- dijo sin mirarla, teniendo fija la mirada en la Tv,
viendo “The metal show”.
Marilyn tocó su
frente doliéndole al instante - ¿Me pegué a caso?... ¿con algún mueble o…?
-Amm...de seguro
fue cuando Anton te dejó caer al sofá…
-¡Maldito!
-¡Hey!- la puerta
se abrió, su hermano había llegado alegre, fresco, con energía y ella lo miraba
serio, enojada, con nauseas mientras se dirigía al baño- Veo que la cruda
sigue- rió y se sentó a lado de Dylan –
-¿Cómo lo tomó?
-¿Qué cosa?- se
miraron, uno confundido, otro relax.
-De que va a vivir
aquí…
-¡Ah!, no se lo he
dicho- tomó un poco de cerveza.
-¡Te dije que le
dijeras!
-¿yo?...perdón
pero, eso te toca a ti, quien te manda a tener hermana.
-¿Tienes agua
mineral?...
-Marilyn…-dijo tímido
Anton, se acercó a ella haciendo que viera las maletas que se encontraban en la
entrada.
-Oye… ¿son mis
maletas?- preguntó confundida.
-Hablé con mis
padres y…vivirás con Dylan…
-¡¿Qué?!....
-Te dije que no le
parecería la idea…-dijo Dylan haciendo que los hermanos Black lo miraran feo-
¿qué?, yo sólo digo lo que veo.
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