Chapter XI
-¿Qué haces
despierto?- preguntó ella algo curiosa.
-Sólo me estoy
tomando una copa con la soledad, muy a gusto por cierto.
Su voz sonaba distorsionada, su mirada fija en la pared y
había dos botellas de vino tinto en el piso junto al sofá.
-Creo que te
pasaste de copas.
-No quieras
bromear en este momento Marilyn, no estoy de humor para aguantarte- fijó su
mirada en ella…
-Pero si gustas
una copa…
-Cállate, a veces
tampoco tengo paciencia para aguantarte y aún así lo hago- se dirigió a su
habitación cerrando la puerta detrás de ella, dejó sus cosas en el escritorio,
se cambió la ropa por una pijama fresca y cómoda y se sentó en el filo de la
cama.
-¿Ya te cansaste
de estar soltera?
-¿Quién te dijo
que podías entrar?
-¿Sólo te gustan
los hombres refinados y adinerados?- dejó por un lado su enojo para preguntarse
el por qué le estaba preguntando semejante cosa.
-¿Perdón?...
-¿Sólo te gustan
los hombres que pueden llenarte de cosas materiales, de joyas?
-Claro que no…
-Estás muy
acostumbrada a esa vida ¿Cierto?
-¿A qué se debe
todo esto?
-¿Es por eso que
me tratas mal? ¿Por qué soy músico, con varios empleos? ¿Sin una herencia?
-¡Basta!- gritó
enojada Marilyn levantándose de la cama, se acercaba furiosa hacía Dylan
haciéndolo salir de la habitación, se dirigió a la mesa de la sala para agarrar
todas las botellas llenas que se encontraban listas para ser abiertas por él.
-¿Qué haces?
-Las tiraré, te
alteran demasiado.
-¡No!- gritó
corriendo para detenerla, las alejó de ella de un sólo golpe espantando a
Marilyn- A mi me cuestan, no me las compra mi papi ¿ok?
-¡Deja de
tratarme de esa forma! ¿Qué rayos te pasa? ¿Qué te he hecho?
Dylan dejó las botellas y se acercó nervio hacía ella,
puso sus manos en las mejillas suavemente rojizas de Marilyn y pegó sus labios
tratando de no desmoronarse rápidamente, pasó sus manos al cuello para
agarrarla con un poco de más fuerza haciendo ese beso más largo y apasionado.
Después, todo pasó lentamente ante sus ojos, el tacto y la suavidad de su piel
lo dejaba sin aliento, mientras se escuchaba “Careless whisper”, cover de
Sheeter de fondo ante el acto sexual que los consumía, se detuvo unos segundos
para respirar, su cuerpo caía por completo en el de ella y sus labios habían
quedado rosando los de Marilyn.
El despertador sonó haciendo reaccionar rápidamente a
Marilyn, antes de levantarse por completo de la cama volteó impresionada por lo
que veía. Dylan se encontraba durmiendo a lado de ella.
-¿Qué carajo…?
-No te hagas la
confundida- gruñó Dylan adormilado- Que el que bebió fui yo no tú.
-Según tú, te vas
antes de que la otra persona se despierte, y sigues aquí.
-Vivo aquí.
-Pero no duermes
aquí- aclaró Marilyn.
-Es sábado,
supuestamente deberías dormir hasta las 12:00 pm.
-Tengo trabajo-
Marilyn se dirigió a su closet en busca de ropa limpia comenzando por su ropa
interior.
-Esa prenda se ve
linda…
-¡No veas mi ropa
interior!- y Dylan comenzó a reír.
-¡Por favor! Te
molesta que observe tu ropa interior cuando...
-No lo digas-
interrumpió dirigiendo su mirada hacia él.
-Marilyn, creo
entender lo que pasa- se levantó de la cama, agarró una sabana y cubrió la
mitad de su cuerpo con ella- ¿Te da vergüenza lo que pasó?
-Dylan, yo no
dije eso…
-No lo dijiste,
pero creo que lo demuestras con acciones.
-No, mira, sé que
esto te sonará demasiado…estúpido de mi parte, pero…he vuelto con Darrell.
Dylan se quedó unos segundos en completo silencio, al
igual que ella...se miraron con cierta tensión en los dos.
-Creo que después
de todo, lo que dije tiene un poco de verdad- y Marilyn recordó lo que había
dicho ayer de inmediato.
-No, no me
quieras etiquetar como lo que tanto me insinuaste ayer, no lo soy.
-Lo estás
demostrando al regresar con ese idiota. Después de todo el “odio” que me
dijiste que tenías hacia él. Creo que sí, me parece demasiado estúpido de tu
parte.
Marilyn trató de
oprimir el dolor que sentía al escucharlo llamarla de esa forma-
- ¿Él te engañó verdad? Y por eso,
supuestamente lo dejaste, pero al final has regresado. Interesante.
-Basta Dylan, ya
te lo dije.
-No te estoy
molestando nena, solamente ando pensando algo que tal vez llegue a gustarte-
sonrió acercándose a ella con esa sensualidad en él tan natural – Puede que hayas regresado con él,
pero ese engaño siempre estará presente en ti. ¿Por qué no le haces lo mismo?
Presiento que no comenzaste una relación con Darrell por gusto.
-¿Qué estás
tramando?
-Sólo te estoy
ofreciendo un placer infinito…
(En Coffee Rock’s)
-Pensé que
llegarías tarde.
-Lo siento…
-¿Te pasa
algo? Te noto medio…ido,
-Puede ser,
amigo…creo que hice algo totalmente loco.
-¿Te metiste a
una orgia?... ¿! Y no me invitaste!?
-¡No Taylor!- se
sentó mientras la mesera se acercaba.
- Entonces dime
ya o me imaginaré muchas cosas- Taylor dejó de hablar para tomar un poco de su
café cargado.
- Me acosté con
Marilyn- y solamente se escuchó como Taylor escupía el café que había estado a
punto de ahogarlo.
-¡¿Qué?!
-¡Idiota!, me
mojaste la cara- gruñía Dylan-
-No seas nena,
eso no es nada a comparación de lo que te hará Anton si se entera…
-Eso no me
preocupa.
-¿Entonces?
-Le propuse a
Marilyn…
-¿Qué? ¡Déjate de
pausas y dilo de una vez antes de que escupa todo mi café de nuevo.
-Le propuse lo
mismo que a Nina.
-No puede ser-
Taylor estaba completamente conmocionado por la noticia- Sabes lo que pasó con Nina después.
-lo sé, estaba a
punto de concluir esa “charla” con un “olvida lo que pasó” pero de repente me
salieron otras palabras.
-Tienes que
arreglar esto rápido, nadie más tiene que enterarse, nadie…
-Sabes, a la
primera persona a la que se lo hubiera confiado hubiera sido…
-Sí, lo sé-
interrumpió Taylor- a Anton, pero esta situación no lo permitió, no te
preocupes, puedes confiar en mí de igual manera, además…ya lo hiciste, ya no te
puedes echar atrás- soltó unas pequeñas pero contagiosas carcajadas haciendo
que Dylan se riera a su lado.
(En el trabajo, Central Park como fondo)
-Por favor
Marilyn, estás muy lenta hoy- Sin duda alguna Cristia había notado su falta de
concentración en todo lo que le pedía, más
habiéndola contratado por su entusiasmo trabajando.
-Lo siento
Cristia, no pasará más.
-Es la segunda
vez que te lo digo…
-¿En serio?-
Marilyn dejó de tomar fotos para mirar a Cristia- ¿Estás segura?
-Completamente
segura querida, pero para tu suerte, es hora de tu descanso-
Asintió y se dirigió a la mesa en donde había dejado su
bolsa, las modelos se reunían con los maquilladores mientras ella checaba su celular.
-Puede que no sea
de mi incumbencia, pero mi deber como “jefa” es
ver que todos mis empleados se encuentren bien.
-Lo sé, y te lo
agradezco, sólo estoy esperando una mínima señal de mi mejor amiga, la necesito
en este momento.
-¿Y no hay nadie
más aparte de ella?
-No, no…no tengo
muchos amigos, sólo ella.
-Yo creo que
sí, amigos muchos, mejores sólo uno.
-Exacto…- decía
sin dejar de mirar el Iphone.
-Linda… ¿Qué
sucede? – Marilyn respiró profundamente, sabía que si no lograba decirlo ahora
mismo, explotaría.
-Seguro te sonará
totalmente loco pero…
Y comenzó a contárselo, al principio omitía los detalles,
pero conforme la plática se hacía más cómoda para Marilyn, más detalles salían
sin peso alguno.
-Wow…no sé qué
decir…
-Me temía que
dijeras eso- dijo desanimada Marilyn.
- No, digo,
conozco a Darrell- y su respiración se detuvo de la impresión, no sabía cómo lo
tomaría Cristia después de semejante confesión- No te preocupes querida, es un
patán. De hecho, salí un tiempo con él, sólo fueron unos meses. Y aún así, es
la primera vez que escucho que regresa con alguien.
-¿En serio? No sé
si eso me haga sentir bien o peor.
-Lo importante y
complicado de todo esto es tu compañero de departamento, mejor amigo de tu
hermano, persona que no aguantas mucho, pero que a pesar de eso, tuvieron sexo.
-Ok, vi que
captaste todo- rió unos segundos Cristia.
-Lo siento. Eres
muy joven para andarte preocupando por eso, no tienes por qué pensar semejante
cosa, menos tú, una mujer bella e inteligente…
-Trato de no
hacerlo, pero cuando te lo inculcan desde pequeña, no encuentras salida alguna.
-Tal vez tu única
salida sea Dylan.
-Todo menos él,
me propuso algo…
-¿Nuevo para ti?
Supongo, pero no imposible, siempre te toparás con ese tipo de hombres, al
menos creo yo, que todos son iguales, sólo unos te lo dicen directamente, otros
lo endulzan.
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